martes, 24 de abril de 2007

ACTIVIDAD Nº 3


Estimado estudainte, lee con atención y comentanos tus impresiones.


EL AUTOESTIMA

"Cuando aprendes a ser dueño de tus pensamientos, de tus emociones, de tus pasiones y de tus deseos, la vida deja de ser una lucha y se convierte en una danza".
Louise Hart.

Introducción
La autoestima es el núcleo principal alrededor del cual orbita cada aspecto de nuestras vidas. El nivel de bienestar que somos capaces de experimentar, el éxito que podemos manifestar, cuan funcionales son nuestras relaciones, la creatividad que nos permitimos expresar, los logros que somos capaces de actualizar, y tantos otros aspectos de nuestra vida personal, están intrínsecamente ligados a nuestra autoestima.
En lo más profundo de nuestro ser existe una imagen que nosotros hemos creado, aunque no estemos plenamente conscientes de ello, que refleja la idea que nosotros nos hemos forjado de quienes somos como persona, y cuan valiosos somos con respecto a otros.
Se corresponda o no con la realidad, esta imagen es nuestro punto de referencia con respecto al mundo que nos rodea, es nuestra base para tomar decisiones, y es nuestra guía para todo lo relacionado con nuestro diario gestionar en la vida.
La autoestima es esencial para nuestra habilidad de interactuar de una manera funcional y armónica en nuestras vidas cotidianas. Pero existe un pequeño detalle. Puesto que esa imagen que tenemos de nosotros mismos es algo muy sutil, y de lo cual no estamos plenamente conscientes, por lo general no atinamos a señalar a nuestro nivel de autoestima como la causa de las situaciones que experimentamos en la vida.
Si, es correcto. Nuestro nivel de autoestima es el responsable, nosotros somos responsables, de todo lo que ocurre en nuestras vidas. Recordemos que nuestra vida no es más que un reflejo de lo que existe en nuestro interior. Nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestras emociones le han dado forma a través del tiempo a lo que hoy llamamos "Nuestra Vida".
El Autoestima es quererse a uno mismo y querer a los demás. Significa saber que eres valioso, digno, que vales la pena y que eres capaz, y afirmarlo. Implica respetarte a ti mismo y enseñar a los demás a hacerlo.

"Todos empezamos siendo perfectos. Empiezas a ver que la gente se tuerce cuando sus sentimientos naturales son reprimidos"
Elizabeth Kübler Ross, The Funcion of Feelings.
Niveles de Autoestima

Nuestro nivel de autoestima puede ser alto o bajo, y consecuentemente cada uno incidirá en nuestra calidad de vida.
A falta de una base de autoestima sólida, nos cuesta asumir riesgos y tomar las decisiones necesarias que nos permitirán vivir una vida productiva y gratificante. Un bajo nivel de autoestima afecta adversamente nuestras relaciones familiares, amistosas y de pareja, nuestro desempeño personal y profesional, y lo más importante, nuestra sensación interna de bienestar.
Las personas que tienen un nivel de autoestima bajo dependen de los resultados presentes para establecer como deben sentirse con respecto a si mismos. Necesitan experiencias externas positivas para contrarrestar los sentimientos negativos que albergan hacia ellos mismos.
Mientras que un alto nivel de autoestima hace florecer un alto nivel de confianza en nuestras habilidades para resolver situaciones, y la asertividad necesarias para permitirnos llegar a ser todo lo que podemos ser. Un alto nivel de autoestima nos permite tener relaciones más funcionales, saludables y profundas, principalmente con nosotros mismos.
Un nivel de autoestima positivo se fundamenta en nuestra habilidad para evaluarnos objetivamente, conocernos realmente, y ser capaces de aceptarnos y valorarnos incondicionalmente. Es decir, ser capaces de reconocer de manera realista nuestras fortalezas y limitaciones, y al mismo tiempo aceptarnos como valiosos sin condiciones o reservas.
Es importante no confundir un alto nivel de autoestima con el egoísmo o sentirse superior, los cuales son en realidad intentos de ocultar sentimientos negativos sobre si mismo.
La autoestima positiva nos permite realizar nuestros sueños. Mientras más nos aceptamos y nos apreciamos nosotros mismos, más nos comportamos de una manera que nos permite ser aceptados y apreciados por otros. Mientras más creemos que somos capaces de lograr nuestras metas, aumentan nuestras probabilidades de hacerlas realidad.
Conocer nuestro nivel de autoestima es fundamental para establecer en que situación nos encontramos, y decidir que queremos hacer al respecto. Podemos ayudarnos para conocer nuestro nivel de autoestima tratando de reconocer en nosotros algunos de los detalles que se mencionan a continuación.
Para algunas las personas, sus pensamientos y sentimientos sobre si mismos tienden a fluctuar basados en su experiencia diaria. Los resultados de una evaluación, como le tratan sus amigos, los altibajos de una relación amorosa, etc. pueden tener un impacto temporal en su sensación de bienestar.
La autoestima sin embargo está por encima de los altibajos normales asociados con los cambios en las situaciones cotidianas. Para las personas con un nivel alto de autoestima estos altibajos normales de la vida podrían producir fluctuaciones temporales en su sensación de bienestar. Mientras que para una persona con baja autoestima estos mismos altibajos podrían hacer una enorme diferencia.
Identificar a las personas que tienen un nivel de autoestima alto es por lo general sencillo, tienden a ser personas que se la llevan bien con la mayoría, de trato jovial, su presencia es agradable y bien recibida, y están siempre dispuestos a colaborar.
Son capaces de escuchar las críticas sin tomárselo personalmente. Por lo general manejan mejor esas situaciones porque los mensajes negativos tienen menos poder sobre ellos, no hacen eco dentro de su mente.
Tienen facilidad para establecer claramente la diferencia entre "Ser" y "Hacer". Este pequeño detalle les permite mantenerse centrados en si mismos mientras observan los cambios que ocurren a su alrededor, sin necesidad de identificarse con ellos.
Para las personas con un nivel de autoestima positivo es sencillo detenerse a evaluar una situación para decidir el más adecuado curso de acción a seguir, en vez de simplemente reaccionar nerviosamente ante ella.
En cuanto a las personas con autoestima baja, no es tan sencillo reconocerlas, pues la baja autoestima puede usar diferentes mascaras. Veamos algunas de las más comunes.
El Impostor: Aunque se muestra feliz y exitoso, en realidad le aterra el fracaso, y vive con el constante miedo de "ser descubierto". Necesita triunfos externos constantes para tratar de mantener la mascara de alta autoestima, lo cual le podría conducir a problemas con el perfeccionismo, competencia, o sobre exigencia.
El Rebelde: Actúa como si las opiniones o buenas intenciones de otros, especialmente las personas importantes o poderosas, no importaran. Vive con una rabia constante por no sentirse "suficientemente bueno". Continuamente necesita probar que los juicios y criticas de otros no le
duelen, lo cual podría crear problemas al culpar a otros excesivamente por sus tropiezos, romper las reglas y/o leyes, o desafiar y pelear con las figuras de autoridad.
El Perdedor: Se muestra desvalido e incapaz de valerse por si mismo, y espera que alguien venga a rescatarlo. Usa la auto compasión o la indiferencia como una barrera contra el miedo a asumir la responsabilidad de sus actos. Siempre anda en busca de la guía de otros, lo cual podría llevar a una falta de asertividad, falta de logros propios, y una excesiva dependencia de los demás en sus relaciones.
Si se identifica con algunas de las mascaras señaladas alégrese, reconocer algo es el primer paso a solucionarlo, y para lograrlo necesitamos conocer que factores influyen en ello.

Percepción
Veamos nuestra imagen, pero esta vez desde la percepción que tenemos de ella, la que es a su vez nuestra percepción de nosotros mismos.
Cómo nos vemos a nosotros mismos tiene un efecto sobre todo lo que hacemos en la vida, lo es todo para nuestra autoestima.
Y no podía ser de otra manera, pues cómo nos percibimos da origen a nuestro dialogo interno, esa voz interior que es un eco de nuestros pensamientos más profundos, y nos etiqueta según nuestra percepción de esa imagen.
Es importante entender la diferencia entre esa imagen y nuestra autoestima, pues no son la misma cosa.
Esa imagen interna que hemos formado de nosotros mismos es el resultado de las comparaciones que realizamos entre nosotros y quienes están a nuestro alrededor, es el juicio que hemos emitido con respecto a nosotros. Es el producto de comparaciones externas.
Tal vez la manera más sencilla de apreciar esta diferencia sea observando a los niños pequeños. Ellos tienen una alta autoestima porque aun no han formado esa imagen interna, no están constantemente comparándose con algo o alguien externo a ellos, y emitiendo juicios de valor al respecto.
Al entender esto es sencillo comprender porque nuestro dialogo interno contiene tanto "Ruido". Ruido que no es otra cosa que el eco de nuestros pensamientos más profundos. Ruido que si escuchamos atentamente nos revelará las verdaderas ideas que tenemos sobre nosotros mismos.
Pero, ¿Qué son esa voz interior y ese ruido?. Sencillo, son la clave que nos permitirá mejorar nuestra autoestima si escuchamos atentamente.
Nuestras experiencias pasadas, aun esas cosas sobre las cuales usualmente no pensamos, están vivas y activas en nuestra vida diaria en la forma de nuestra voz interior.
Aunque la mayoría de las personas no escucha esta voz interior de la misma manera que escucharía una conversación normal, esta actúa de manera muy similar, repitiéndonos constantemente los mensajes originales de nuestras experiencias pasadas.
Para las personas con una alta autoestima los mensajes de la voz interior son positivos y elevadores. Pero para una persona con baja autoestima, esa voz interior se convierte en un duro crítico interno, constantemente criticando, castigando y menospreciando sus logros.
Puesto que nuestra autoestima se forma a través de nuestras experiencias con otras personas y las actividades que realizamos, el eco de nuestra voz interior no puede hacer otra cosa que recordarnos nuestra percepción de esas experiencias.
En este punto conviene preguntarnos, ¿Qué tan importante es la opinión que otros tienen de nosotros?.
Aunque nuestra voz interior puede contener mensajes positivos, y a menudo nos los comunica, es principalmente cuando nos enteramos de la opinión que otra persona tiene sobre nosotros que el ruido interno aumenta a un nivel que no nos permite escuchar lo que estamos pensando.
¿Le parece extraño?, obsérvese, tal vez le sorprenda al descubrir cuanto le cuesta escuchar lo que piensas.
Modificar el Autoestima.
Indiferentemente de cual sea nuestro nivel de autoestima actual, siempre podemos aumentarlo, y al hacerlo mejorar nuestra calidad de vida.
Como vimos anteriormente uno de los factores que influye en nuestro nivel de autoestima es la imagen que hemos creado de nosotros mismos, pero la clave está en obviar esta imagen, y concentrarnos en nuestra autoestima, ocuparnos de lo más interno para obtener los mayores beneficios.
Sucede que esa imagen fue formada desde lo externo, de las comparaciones y juicios de valor que establecimos sobre nosotros, con respecto a factores externos. Mientras que nuestra autoestima tiene su asiento en nuestros sentimientos, algo que está arraigado muy profundamente dentro de nosotros.
Al ocuparnos conscientemente de lo interno y mejorarlo, lo externo consecuentemente no tendrá otra salida que seguir ese mismo camino. Así, al ocuparnos de nuestra autoestima, nuestra imagen interior mejorará también al recrearse sobre bases sólidas.
La manera más sencilla de mejorar la autoestima es volvernos conscientes de nuestro dialogo interno, y dirigirlo conscientemente de manera constructiva. Todo lo que nos decimos a nosotros mismos durante nuestro dialogo interno, junto con el significado que elegimos asignarle a los eventos que ocurren en nuestras vidas, se combinan para crear la realidad que hoy vivimos.
Tomar las riendas conscientemente de nuestro dialogo interno es vital, pues son nuestros pensamientos y nuestras expectativas las que le dan forma y producen eso en lo que nos transformamos. Nuestra calidad de vida está directamente relacionada con nuestro dialogo interno.
Tal vez se pregunte, ¿Pero cómo lograrlo?, simple. Aunque la mente y la personalidad humanas son algo muy complejo, operan de manera muy sencilla. Si, es correcto, y en esa sencillez se encuentra la clave para lograr un cambio significativo y positivo en nuestra calidad de vida, veamos.
Nuestra mente es incapaz de albergar dos conceptos contradictorios al mismo tiempo. En el caso de existir dos conceptos antagónicos en nuestra mente, eventualmente uno de ellos se fortalecerá, y hará colapsar completamente al más débil.
Por eso la manera más sencilla de crear el dialogo interno que deseamos tener es alimentar nuestra mente con pensamientos positivos con respecto a nosotros. De esa manera acabaremos con el ruido, y nos permitiremos alimentar creencias con la suficiente energía emocional y consistencia de pensamiento, que nos permitan hacer realidad la más grandiosa imagen de nosotros mismos que somos capaces de imaginar.
Es nuestra elección, podemos permitir que nuestro ruido interno nos controle, o podemos reemplazarlo sistemáticamente mejorando lo que podemos cambiar, y aceptando lo que escapa de nuestro alcance, empleando pensamientos positivos que nos permitan mejorar nuestra calidad de vida.
Mejorar nuestra autoestima es uno de los mejores proyectos de vida que podemos asumir, al hacerlo estaremos mejorando cada aspecto de nuestras vidas, y nos estaremos ocupando de la relación más importante que jamás tendremos. Nuestra relación con nosotros mismos.
¿Cómo Recuperar las Técnicas para Mejorar el Autoestima?
Busca dentro de ti:
o Escúchate a ti mismo mas que a los demás: Analiza con cuidado las opiniones de los demás sobre ti, tú y solo tú eres quien debe tomar la última decisión acerca de ti.
o Convierte lo negativo en positivo: Nunca pierdas las ganas de pensar en positivo, invierte todo lo que parezca mal o que no tiene solución, ejm:
MENSAJES NEGATIVOS CONVERTIDOS EN AFIRMACIONES
"No hables" "Tengo cosas importantes que decir"
"¡No puedo hacer nada!" "Tengo éxito cuando me lo propongo"
"No esperes demasiado" "Haré realidad mis sueños"
"No soy suficientemente bueno" "¡Soy bueno!"

Date una oportunidad y reconoce tus cualidades: Puedes pensar en 5 ejemplos que te hace especial. P. ejm: Soy sincero, mis jefes siempre confían en mí, amigable, me encanta bailar, experto en la cocina. Siempre tenemos cualidades en que podemos

o destacar, algunas hasta el momento ni siquiera las hemos descubierto.
o Acéptate tal como eres, sin aprobar dentro de ti los comportamientos bajos: La aceptación es la base de la seguridad, la confianza, el amor y el autoestima. Aceptarse a sí mismo implica conocerse, que importa si el lunar que tienes en la cara no "le guste" a los demás, analiza el resto de las partes de tu cuerpo y verás que ellas están funcionando bien. Me debo comportar a mi manera siempre que ello no moleste a los demás.
o Acepta tus sentimientos: Cuando alguien te hace una broma, sonríe. Trata de disfrutar prácticamente de todo. Y si a veces hay cosas que te puedan poner triste, piensa que eso es pura casualidad, y que eso tendrá que pasar porque la vida se a inventado para vivirla lo mejor que podamos.
o Cuida de ti mismo (a): Aprende a ser independiente, y a no depender de los demás. Las parejas sobreviven mas tiempo cuando ambos tratan de ser lo mas independientes el uno del otro.
o Atiende tus necesidades: Alimento, agua, vestido; seguridad y cobijo; querer y pertenecer; autoestima, y la autorealización. De vez en cuando no estaría mal que te dieras el gusto de ir a lugares que son una postergación para ti, aunque resulten caros, pero atiende tus necesidades, p.e. : si una de ellas es comerte un plato exótico que solo lo encuentras en algún restaurante caro, hazlo aunque sea una vez en meses, pero date ese gusto. No debemos ser postergadores del presente si para ello no hay una razón importante.
o Alimenta tu cuerpo alimenta tu espíritu: La salud mental y física caminan de la mano. Salud mental es estar sonriente, es llegar a tiempo, es evitar la tristeza, es sentirse cómodo en cualquier momento. La salud física esta relacionado con la práctica de un estilo de vida saludable: No drogas, "comer para vivir y no vivir para comer", y la práctica de un deporte sano. La risa es uno de las formas de tratamiento en algunos hospitales.
o Mantente en movimiento: El ejercicio te hace sentir bien, las "endorfinas se elevan con la práctica del ejercicio", y nos sentimos bien. No esta demás el gimnasio, los aeróbicos, la natación, algún deporte de competencia, o simplemente salir a caminar.
o Deja de hacerlo: Deja de usar sustancias psicoactivas (drogas). Si consumes alcohol hacerlo con moderación. Si fumas deberías dejar de hacerlo. Ahora existen terapias antitabaquismo de mucho éxito (chiclets, parches, bupropion, etc), nunca es tarde para empezar una vida sana. El autoestima es quererse a uno mismo, y quererse a uno mismo es optar por una buena salud.

o Examina tus verdades: Piensa que en un accidente de tránsito donde hubo muchos testigos, probablemente cada uno de los testigos de una versión diferente; ¿cuáles son tus primeras decisiones o "verdades que recuerdas haber tomado en la vida?... ¿cuáles son tus creencias respecto del amor?, ¿de los niños?, ¿de la autoridad?, ¿de Dios?, ¿de los políticos?.
o La vergüenza: La vergüenza es un sentimiento profundo que te inmoviliza. Los mas desvergonzados son los niños. La vergüenza deriva en debilidad, incompetencia, incapacidad; entonces?... ¿investiga quién te juzga? y sepárate de esa fuente.
o El amor dentro de ti: Tienes unos segundos para pensar en tu primer amor..., te recuerdas aquello?, pero me temo que los recuerdos que tengas no hayan sido de tu primer amor, es que el primer amor es uno mismo, si quieres que la gente te quiera, te respete, te de amor,... primero ámate a ti mismo e irradia felicidad. Cuando estés frente a un espejo simplemente sonríe. La felicidad nace de uno mismo, y puede nacer hasta de las pequeñas cosas que a ti te suceden, es cuestión de aprender a sentirla.
o Descubre y reclama las partes que te faltan: Cada persona tiene distintos aspectos del Yo. Algunos son visibles, otros no lo son. Si tengo miedo para hablar en público es una debilidad, si dejo el miedo se convierte en una fortaleza. Quizá tienes habilidades para la pintura y hasta ahora no lo sabes. El hombre nunca termina de aprender.
o Pensar en todo o en nada: No debemos pensar en que todo es blanco o es negro, eso te crea ansiedad. Nadie es perfecto, porque todos somos diferentes, algunos tenemos unas cualidades en las que destacamos mejor que otros.
o Aliviar la tensión: El estrés es una epidemia en estos momentos, como aliviarlo?, pasa algún momento a solas durante el día, tomate unas mini-vacaciones durante el día, e imagina que estas en una playa maravillosa. Duerme lo suficiente. Practica algún deporte.
o Respira: Cuando tengas una preocupación respira profundamente y plantea soluciones.
o Abandona la ira: La ira es un momento de locura. En relación a la ira, mas que saber enfrentarla, es aprender a no sentirla. Antes de llegar a ponerte de cólera, piensa si merece la pena; cuenta hasta diez y respira profundamente.
o Elige tus momentos: Cada ser humano tiene derecho a elegir el momento de estar en soledad y el momento de estar con los amigos, con el novio (a), con el esposo (a), o con los familiares; se tú quien debe decidir, sin que ello lleve a algún enfrentamiento.

Por favor escribe tu número de cédula al final de tu comentario.

martes, 17 de abril de 2007

Actividad 2

Actividad Nº 2
Lee detenidamente este artículo y anota todas las ideas, relacionadas con la lectura, que se te van ocurriendo, publícalas.

Preparando para un nuevo modo de conocer
Antonio R. Bartolomé Pina
Departamento de Didáctica y Organización educativa
Universidad de Barcelona
Contenido
Introducción.
1. El volumen de la información.
2. El modo como se codifica la información.
3. El modo como accedemos a la información.
4. Primer cambio: la toma de decisiones en el acceso a la información.
5. Segundo cambio: integración de medios, multiplicidad de lenguajes.
6. Tercer cambio: cuatro características adicionales de la Escuela.
Introducción.
La forma como profesores y educadores actúan en relación a la adquisición y organización del conocimiento debe cambiar urgentemente. Los cambios en la enseñanza son tan imperiosos que ya en este momento se estaría fraguando un desastre a nivel mundial si no fuera porque desde fuera del sistema educativo se están supliendo las carencias formativas de éste.
Los centros educativos se muestran razonablemente eficaces, a diferentes niveles, en los procesos de socialización. También afrontan, aunque con dificultades importantes, los procesos de educación afectiva y formación ética aunque en este caso, la ausencia de cooperación de otras instancias sociales, como la familia, reduce en gran medida la eficacia de esta acción educativa. Existen otros ámbitos de actuación con resultados varios, como el desarrollo de destrezas motoras y psicomotoras.
Pero la escuela, la enseñanza secundaria e incluso la Universidad no están preparadas para afrontar el gran reto del final del milenio: el paso de la sociedad industrial a la sociedad de la comunicación está suponiendo un nuevo modo de conocer.
1. El volumen de la información.
Durante miles de años, la información acumulada por la humanidad creció a un ritmo lento, casi imperceptible. De aquella época todavía nos quedan vestigios en algunas comunidades donde la palabra del anciano se respeta como criterio último. Se trata de una situación en la que el incremento de información en el espacio de dos generaciones es tan lento que el conocimiento acumulado por la persona de edad era válido para resolver los problemas de la comunidad; la sabiduría residía en los ancianos de la tribu.
En los últimos siglos, el volumen de conocimientos se incrementa progresivamente comenzando una curva de despegue con la revolución industrial. Podemos encontrar numerosos indicadores de cómo diferentes personas perciben este desbordamiento del volumen de información disponible, desbordamiento que la hace difícil de manejar por el hombre.
El incremento del nivel de conocimiento es tan rápido que cada vez resulta más difícil escribir un libro y publicarlo sin que haya perdido actualidad.
Algunas estimaciones actuales calculan que en un campo como la ingeniería informática la cantidad de información disponible se duplica cada cinco años; en el año 2.000 se duplicará cada año. Otros campos de conocimientos con velocidades similares de crecimiento son la Medicina, numerosas ingenierías, varias ramas de la Física y la Química, diferentes ciencias medio ambientales, etc.
¿Qué consecuencias tiene todo esto para la escuela? En primer lugar existen dos consecuencias directas:
la necesidad de una permanente actualización
la necesidad de diseñar y utilizar nuevos modos de organizar y acceder a la Información
Los hombres y mujeres de hoy y de los próximos años tropiezan con esa necesidad de actualizar continuamente sus conocimientos, y esto se traduce en una explosión de la formación continuada, suficientemente importante como para que la Unión Europea haya seleccionado 1996 como el año de la "formación a lo largo de toda la vida". Pero no es esa la consecuencia educativa que aquí me interesa resaltar. La consecuencia que quiero señalar es la progresiva disminución de la importancia que se da al conocer como acumulación de conocimientos. "Conocer" es hoy algo más que ser capaz de reproducir nombres, hechos y conceptos. Pues de día en día crece la distancia entre lo que somos capaces de "recordar" y el volumen total de información. Y pocos años después de terminar los estudios universitarios descubrimos que una parte importante de lo que "estudiamos" ha quedado obsoleto.
Y frente a esta realidad, que no suprime la necesidad de poseer una base de conocimientos sólida, los profesores no han sabido reaccionar, y continuan en muchos casos basando su enseñanza en la transmisión de unos contenidos, más o menos actualizados.
Es cierto que en ciertos niveles educativos se está produciendo una apertura a este nuevo modo de organizar la información. Sin embargo es frecuente escuchar quejas sobre los alumnos que "se pierden" por ejemplo en Internet. ¡Claro que se pierden! ¿Quién les ha ayudado a desarrollar las destrezas para este nuevo modo de acceder a la información? Como en tantos otros casos, los alumnos aprenden estas destrezas por ensayo y error sin guía ni tutorización. También hay que reconocer que muchos profesores tendrían serias dificultades en ayudar a sus alumnos a adquirir unas destrezas de las que ellos mismos carecen.
Todo esto nos lleva a una idea clave en la que insistiré más adelante: la Enseñanza debe cambiar. En este momento nos hemos fijado en dos aspectos: la menor importancia que debe darse a la reproducción de conocimientos, y la mayor importancia que debe darse al desarrollo de destrezas en el acceso a la información. Pero sigamos con el análisis.
2. El modo como se codifica la información.
La mayor parte de la información que hemos recibido a lo largo de toda nuestra vida académica estaba contenida en palabras, en muchos casos escritas. Para nosotros resulta habitual pensar en la información en términos de libros, contenidos en Bibliotecas, sedes donde se guarda el conocimiento humano. Pero no siempre ha sido así.
Los versos de la Iliada o la Odisea nos hablan de una época en la que la información se transmitía de modo oral, de ahí la necesidad de utilizar versos que facilitaran el recuerdo. Las cristaleras de las catedrales nos recuerdan una época en la que la imagen era en gran medida el soporte de la información que llegaba a la mayor parte de habitantes de este planeta. Era una época en que la gente no necesitaba saber leer.
Desde hace unos pocos siglos, la Humanidad ha canalizado su necesidad de almacenar y transmitir la información a través de la palabra escrita en los libros. Y hoy esto está cambiando. En el campo profesional y académico, el soporte de la información evoluciona hacia los sistemas multimedia, con un elevado peso de la palabra escrita en algunos casos, pero con un peso creciente de la imagen en otros. En el mundo familiar y social ya se ha producido la evolución hacia una sociedad audiovisual, dominada por los medios, especialmente por la televisión.
No entro aquí en una valoración de unos hechos sino en su constatación: la imagen entra con tal fuerza que la mayoría de la población la utiliza como fuente de información. Muchos adultos actuales son capaces de reconocer ciertas especies de animales, lejanas de su hábitat, o el contorno de países que nunca han estudiado, o la figura de personajes residentes en lejanas tierras.
3. El modo como accedemos a la información.
Todavía es posible encontrar en algunos edificios antiguos de nuestras más venerables universidades aulas al viejo estilo. Ellas nos dicen mucho sobre cómo se concebía el modo de acceder al conocimiento. Aquí deseo resaltar dos características. Una es la seriedad, la sobriedad, el respeto, el peso abrumador de piedras en aulas de techos de altas dimensiones; faltan elementos alegres, faltan pintadas, faltan chistes -¿alguien se imagina a Mafalda en una clase así? La otra característica es la unidireccionalidad del discurso: a un lado, en una tarima o, en ocasiones, en un púlpito, el lugar del profesor, del sabio poseedor de grandes conocimientos; al otro lado los asientos o pupitres, muchas veces colocados en filas, fijos, sin posibilidad de interacción entre los estudiantes.
Y frente a eso el modo cómo hoy se accede a la información se caracteriza por dos cambios. Uno, un cambio en la actitud social que nos lleva a la cultura del espectáculo, la diversión, el entretenimiento.
El otro es un cambio, también social y fomentado por la evolución de la tecnología que lleva hacia la participación, la interactividad, el diálogo, la búsqueda cooperativa.
El primer punto se traduce en que hoy se accede a la información de un modo "divertido". Por un lado, la cultura del espectáculo, tal como la define Joan Ferrés: "Por primera vez en la historia de la humanidad puede afirmarse que vivimos en una cultura del espectáculo. No sólo porque las tecnologías de la comunicación audiovisual ponen a disposición de los ciudadanos toda clase de espectáculos a todas las horas del día. También porque acaban por convertir en espectáculo todas las realidades a las que se aproximan, desde la política, con sus shows electorales, hasta la religión, con sus iglesias electrónicas..." .
Otra aproximación a este tema nos la dan el papel cada vez más importante de los videojuegos como instrumentos educativos, tanto por su capacidad de desarrollo de destrezas de trabajo colaborativo, toma de decisiones, etc. como por su utilización en marcos educativos más convencionales, en lo que se ha llamado "Edutainment", combinación de los términos ingleses "Education" y "Entertainment";
nosotros diríamos "Edutenimiento" (Educación y Entretenimiento) o Eduversión.
Finalmente, podemos realizar una tercera aproximación desde el concepto de cultura del ocio. A pesar de algunos pseudoestudios que hablan de que el hombre de hoy tiene menos tiempo libre, la verdad es que para la mayoría de población, especialmente las clases más bajas, el tiempo libre se ha incrementado en los últimos 60 años. Y es un tiempo libre dedicado en muchos casos al entretenimiento, al ocio.
Y es a través de la diversión como los niños y los hombres acceden a la mayor parte de la
información y, en muchos casos, a la que consideran más relevante. Varias veces últimamente le he preguntado a mi hija de 8 años dónde había aprendido algo que había escuchado y le había sorprendido. Y en todos los casos su respuesta era siempre la televisión (incluyendo aquí ciertos vídeos como las colecciones "Erase una vez la Vida", etc.). Nunca me ha respondido "en clase". Es una anécdota pero que se complementa con otras como cuando alguien me hizo notar la pobreza de la información contenida en los libros de Naturales de 2º y 3º de Primaria (de una excelente Editorial) comparándolos con lo que veían los niños en cualquier reportaje de la televisión.
Cuando hablamos de "diversión" y entretenimiento, estamos hablando de una triple gratificación : la gratificación sensorial por los estímulos visuales y sonoros, la gratificación mental derivada de la fabulación y la fantasía, y la gratificación psíquica provinente de la liberación catártica que provocan los procesos de identificación y proyección.
Hemos hablado de la otra característica, la participación. En los últimos años he podido constatar como las nuevas tecnologías de la comunicación están evolucionando hacia sistemas más interactivos y participativos.
La dimensión participativa de Internet es hoy uno de los temas de moda, precisamente por la ausencia de controles o límites a esa participación. Por primera vez una persona puede distribuir información a nivel de todo el planeta a un costo mínimo. ¡ Cualquier información!. Es cierto que los sistemas de correo electrónico no son nuevos, y por supuesto, sistemas como el teléfono, etc. Pero lo nuevo es el acceso a través de Internet, una red de costo reducido, a, videoconferencias mediante CuSee-Me, sistemas de aprendizaje gestionado por ordenador, forums telemáticos, etc. Y estamos sólo en el comienzo. Existen numerosos proyectos en todo el mundo como el KSI cuyo objetivo es "proporcionar una nueva generación de sistemas de soporte al conocimiento
basados en una arquitectura abierta, que permitan la colaboración entre círculos de estudiosos a través de la tecnología de la información, con la intención de conseguir una aceleración sistemática de los procesos de conocimiento humano". Es el trabajo colaborativo en el seno de comunidades de investigadores y expertos, distantes miles de kilómetros. Las redes no sólo proporcionan información al usuario, sino que este se convierte en sujeto activo en la construcción de dicha información.
También los medios más convencionales como la radio y la televisión caminan hacia una dimensión más participativa. Y cómo esta evolución tecnológica tiene un paralelismo en una sociedad que podría definirse a través de una "cultura de la participación".
4. Primer cambio: la toma de decisiones en el acceso a la
información.
El estudiante de hoy debe ser capaz de buscar la información, de valorarla, de seleccionarla, de estructurarla y de incorporarla a su propio cuerpo de conocimientos, esto último implicando de alguna manera la capacidad también de recordar.
Buscar la información es una destreza, una destreza que, como todas las destrezas, se adquiere a través de la práctica continuada y reflexiva, mejorada a través de una autocrítica continua. Lo que realmente necesitan los estudiantes es desarrollar su capacidad de buscar información por su cuenta.
5. Segundo cambio: integración de medios, multiplicidad de lenguajes.
Se trata de preparar al sujeto para interpretar y comprender la imagen, para analizar, para construir nuevos mensajes.
El análisis de la imagen y el desarrollo del pensamiento visual puede realizarse a partir de mútliples actividades, en general mucho más "edudivertidas" que las habituales. No sólo dibujando o realizando descripciones verbales sino trabajando con tablas, diagramas y gráficos, con coordenadas de tiempo, con mapas, con mandalas, con historietas, con bosquejos de ideas, con el color... y por supuesto, con las posibilidades que ofrece hoy el vídeo y el ordenador multimedia.
La enseñanza y el aprendizaje se deben convertir en un proceso continuo de traducción de lenguajes, códigos y canales, del visual al verbal, del audiovisual al escrito, y viceversa. La comunicación se enriquece, los conocimientos se consolidan, la información que se adquiere fuera del aula se integra en la que es trabajada dentro.
6. Tercer cambio: características adicionales de la
Escuela.
La escuela o la Universidad debe ser activa, debe ser entretenida y divertida, debe ser
participativa y debe ser libre.
Que la escuela debe ser activa no hace falta convencer a nadie, o no debería hacer falta, pues ciertamente en ciertos niveles educativos esa es una orientación prácticamente desconocida.
Más difícil es que los profesores acepten que la escuela debe ser entretenida y divertida. Antes de nada hay que destacar que no estamos ante una idea nueva; "enseñar deleitando" es un viejo principio educativo con siglos de existencia. Pero existen varios matices que hasta ahora no hemos tratado que pueden ser objeto de una profunda discusión: ¿de qué estamos hablando? ¿de divertir?
¿disfrutar? ¿entretener? ¿gozar? ¿reir? ¿estar interesado? ¿entretenerse?... La clave debe buscarse en la satisfacción que ofrece la actividad. Esa es la diferencia entre divertida y aburrida. No se trata de contar chistes ni en disfrazar la actividad docente añadiéndole música moderna, aunque es evidente que el humor o la música son soportes comunicativos de gran valor. Se trata de diseñar unas actividades en las que los estudiantes se sienten involucrados y en cuya realización encuentran una satisfacción, la misma y a la vez diferente de la que encuentra el erudito que permanece horas sumergido entre libros antiguos.
No estamos hablando de "aprender sin esfuerzo": siempre se necesita esfuerzo y trabajar para aprender. Se trata de que al sujeto no le importa/molesta realizar ese esfuerzo como no le importa al deportista que está subiendo a una cima o al pianista que permanece
horas y horas tocando escalas.
Quizás la única novedad sea destacar que esta vez es la evolución tecnológica y social la que está provocando el cambio.

miércoles, 4 de abril de 2007

Bienvenida

Sean bienvenido, estimados alumnos.
Este es tu espacio para compartir ideas, trabajos y crecer juntos. Somos pioneros, estamos abriendo caminos que nos llevarán al encuentro con el conocimiento, con la alegría, con el deporte, con nuevas experiencias que nos ayudaran a crecer. Estamos abriendo caminos para hacer realidad nuestros sueños y al andar por estas sendas tambien estamos abriendo camino para que otras generaciones también puedan avanzar. Por esos somos Pioneros.

La imagen hace alusión a la fortaleza que necesitamos para soportar las dificultades de las vida así como ese faro, que se mantiene firme ante las fuertes olas que revientan contra él. Hay que perseverar hasta lograr nuestros objetivos.

Actividad Nº 1


APRENDER A PENSAR


ACTIVIDAD DEL ENTENDIMIENTO O DE LA RAZÓN

Para estudiar un tema, no basta leer una o más veces; hay que procurar entenderlo, examinar diligentemente lo que contiene; hay que formularse objeciones y dificultades y resolverlas; si uno no puede resolverlas, se debe anotarlas para hacer las preguntas en las clases ordinarias, en los círculos de estudio o a los profesores; hay que ir haciendo los apuntes de todas las asignaturas; se debe escribir algún trabajo especial sobre alguna materia vista, de más importancia, de actualidad, o que a uno más le interese.

Examinemos esto más particularmente:

1) Es muy evidente que se requiere leer las explicaciones, pero también es claro que esto no basta.
2) No aprenderlas de memoria. Ello es totalmente inútil, costosísimo y contraproducente. Tratándose de ciencias nunca se debe estudiar el texto al pie de la letra.
Para aprender una ciencia se requieren necesariamente dos cosas: entender y retener lo que se ha entendido. Naturalmente que el entender debe preceder al retener. Ahora bien, ¿qué supone el entender?

El entender supone dos elementos: uno objetivo, a saber, la materia: tesis, teoremas, leyes, datos, etc.; otro subjetivo, a saber, la asimilación de los argumentos.
El elemento objetivo puede darlo el profesor o el libro de texto; en cambio para el elemento subjetivo, bien que ayude mucho el orden, la claridad del libro de texto, y la viva voz del profesor; para la asimilación y posesión definitiva de los datos y de los argumentos, se requiere el trabajo mental del estudiante. Solamente después de este trabajo podrá decir que ha entendido, estará en posibilidad de manifestar que sabe.

Supongamos que estos elementos entran en la cabeza del estudiante solamente por la memoria, pero que el entendimiento no llega a asimilarlos, ¿podremos decir que el estudiante sabe? Será un armario, pero no el entendimiento de un hombre; tendrá un depósito, pero no una posesión; tendrá lo que otros saben, pero él no sabrá.

Veamos el retener. Dijo Cicerón: "Tanto sabemos, cuanto mandamos a la memoria”. Lo que queremos examinar es, qué es lo que se debe retener, si la palabra o la idea, si la letra o el espíritu, si el símbolo o la realidad, si su enunciación o los datos y argumentos.

Es evidente que son los datos y los argumentos lo que se debe retener; nuestro fin principal no es hacer un ejercicio de memoria, sino adquirir conocimientos científicos; ahora bien, para esto bastan los datos. Al contrario, el retener la expresión literal de ellos no se necesita, y cada uno la formulará a su manera y bien, con tal que tenga la idea clara.

Podría tolerarse en los estudios superiores el estudiar de memoria si no causase perjuicios; pero el hecho es que los causa, por ejemplo:

1° Quita tiempo para profundizar en las materias: Disponiendo de poco tiempo para estudiar, todo él se requiere para fijarse en la idea, y no gastar las energías en aprender la letra. Y este es el primer perjuicio.

2° Lo que se estudia a la letra se retiene menos tiempo, que lo que se estudia profundamente según la idea; pues según una ley sicológica, la retención está en razón directa de la claridad e intensidad con que las cosas entran en nuestra mente. Quienes estudian de memoria no saben decir las cosas de una manera propia. Frecuentemente sucede, que si se les cambia un poco la pregunta, o se invierte el orden, se ven desconcertados y no saben contestar, a pesar de haberlo aprendido.

3° Suelen dar más importancia a la letra o a las fórmulas, que a la misma idea, representada por la letra; sacrifican el espíritu por la letra.

Lo único que se debe estudiar a la letra, pero entendiendo, son las definiciones, los enunciados de las tesis, las formulaciones de los principios, las fórmulas técnicas; porque son como fórmulas matemáticas, consagradas ya por el uso.

3) Es menester comprender, es decir, penetrar, investigar la cohesión íntima de los conceptos, examinar la fuerza de los argumentos, de la doctrina y de los sistemas,.

Después de haber leído un libro, nos quedan algunas ideas en la memoria; pero para que queden fijas es menester atarlas, encadenarlas, unirlas con otras ideas ya fijas, que ya hemos hecho nuestras, para que de esa manera se conviertan también en ideas nuestras.

ACTIVIDAD MENTAL
Al abordar esta actividad, es indispensable considerar:


1. El orden: éste pide se siga paso a paso el libro escogido en el orden en que está escrito, a fin de darse cuenta exacta del plan, del desarrollo, del enlace de ideas; de otro modo la confusión se apodera de la inteligencia, que no puede asimilar las ideas servidas con precipitación y desconcierto.

2. Lentitud: ésta es compañera inseparable de la sobriedad. Pues la primera condición para aprender a leer es leer despacio.

3. Atención: la atención es la aplicación de la mente a un objeto. El primer medio para penetrar bien el pensamiento de un autor es atender bien, concentrar y enfocar las facultades en el objeto o asunto de que trata.

4. Reflexión: esto hace que se asimilen las ideas ajenas, se aclaren y perfeccionen las propias, se profundicen las materias, se extiendan las meditaciones más allá de lo que se encuentra en los libros, y se forme uno un sistema propio sobre el corto número de principios tomados de otros. La reflexión consiste en considerar y ponderar lo que se lee; darle vueltas alrededor del asunto; mirarle por todos sus lados; para descubrir nuevos puntos de vista, nuevas perspectivas y relaciones.

5. Espíritu crítico: éste se ha de extender al análisis gramatical, literario, histórico, lógico y filosófico; es como la práctica de la reflexión. Esto quiere decir que hemos de juzgar, comparar, razonar, corregir, aprobar, ejercitar continuamente el espíritu, haciéndole apto para comprender dónde está lo falso, lo débil, lo mediocre, y dónde lo verdadero, lo fuerte y lo bello.

Todo lo precedente exige superar los siguientes defectos:

1) La dispersión del espíritu. La formación intelectual consiste en gran parte en disciplinar la atención, naturalmente indisciplinada, y en habituarla aún a las ideas más abstractas. La vida agitada de nuestros días y las pasiones nos inclinan a la dispersión del espíritu, y hay que procurar adquirir a todo trance el recogimiento.

2) La inconstancia. Sin perseverancia en el trabajo intelectual no se puede llegar a nada sólido. La inconstancia nace de la dispersión del espíritu y de la falta de vida interior.

3) La pasividad. En toda lectura se debe discutir, razonar, contradecir... Se pueden devorar enciclopedias y bibliotecas enteras sin aprovechar nada, si se hace con espíritu de pasividad.

4) El excesivo espíritu crítico. Algunos parecen tener el espíritu de contradicción; pues cuanto leen les parece censurable; leen sólo para encontrar qué criticar. En el fondo nace de soberbia y denotan gran pequeñez de espíritu e impotencia para producir.

5) La pereza en no esclarecer las dudas. Al ir leyendo encontramos: nombres de ciudades cuya importancia desconocemos (es necesario acudir a un diccionario para enterarnos de ello), palabras cuyo significado no precisamos (debemos acudir al diccionario).




Pregunta de reflexión: ¿Qué opinas de lo que acabas de leer? ¿Te parece que vale la pena tomarlo en cuenta? ¿Tu forma de acceder al conocimiento es muy diferente a lo que aquí se dice?